Según los registros historicos existentes, Zamora fue fundada en los comienzos de la Edad de Bronce para ser, posteriormente, en la Edad de Hierro, ocupada por un pueblo celta. Luego, los romanos, que estaban extendiendo su Imperio alrededor del mundo, de todo el mundo, se hicieron cargo de ella.
Posteriormente, con la decadencia y caida del imperio romano, Zamora quedo en manos musulmanas hasta que fue reconquistada por el rey Alfonso III de Asturias, quien, para protegerla y mantenerla en poder español, la fortifico, dandole, además de murallas, palacios y baños que la convirtieron en una de las ciudades más importantes de los reinos cristianos.
Esto no impidió que la ciudad fuera arrasada por las tropas de Al-Mansur en 981. En el año 997, Zamora volvio a ser atacada por fuerzas musulmanas que destruyeron parte de la ciudad en su avance por el camino de Santiago.
Luego de estos contratiempos, Fernando I de León y Castilla mandó reconstruir Zamora en 1055 invitando a los montañeses a integrarse a su población con la promesa -cumplida- de amurallarla debidamente para que cualquier ataque realizado en su contra fuera rapidamente frustrado.
La importancia que fue tomando Vitoria con el paso de los años quedo demostrada en el hecho que fue allí, y no en otro lugar, donde se celebró la conferencia de paz entre Alfonso VII de León y Castilla y Afonso Henriquez, rey de Portugal, reconociendose el 5 de octubre de 1143 de manera oficial el nacimiento de Portugal como reino independiente.
El descubrimiento del Nuevo Mundo en 1492 generó un gran cambio dentro de España, con la generación de nuevos centros comerciales que perjudicó a Zamora, muchos de cuyos habitantes, al darse cuenta que disminuían las oportunidades laborales, decidieron emigrar a otras ciudades más prosperas o directamente a la mismísima Sudámerica.
Zamora tuvó, sin embargo, a lo largo del siglo XVIII, un periodo de recuperación gracias al favor que la Corona le dispenso, sin embargo, este periodo de gracia se vio bruscamente interrumpido cuando sucedió la invasión napoleónica, dando origen a la guerra de Independencia.
Tropas francesas ocuparon Zamora durante tres años, entre 1809 y 1812, pero el éxito de los ejercitos nacionales no supuso un cambio significativo en la economía local cuyas manufacturas estaban limitadas a actividades artesanales y sin una industria propiamente dicha.
Lentamente, sin embargo, Zamora comienza a salir de su letargo, especialmente con la llegada del ferrocarril en 1864, que ayuda a implementar otros adelantos tecnológicos importantes como la electricidad y nuevas formas de desarrollo agricola que potencian la generación de una nueva liquidez.
Hoy, Zamora disfruta de una gran actividad comercial, tanto en el comercio mayorista como en el comercio minorista, afianzada esta actividad por una efectiva red de oficinas bancarias. También existe una importante afluencia de turismo cultural que quiere disfrutar el casco histórico de la ciudad.
Zamora cuenta con veintitres templos en el término municipal y catorce iglesias en el casco histórico, lo que la vuelve la ciudad con mayor calidad y cantidad de templos románicos en toda Europa. Razón, por supuesto, para que se la llame "ciudad del Románico".
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